Es indispensable confiar y creer en las capacidades de los más pequeños, nuestros hijos/as, nuestros alumnos/as. Los niños/as tienen sus sensaciones y percepciones mas desarrolladas que nosotros los adultos, quienes hemos perdido tales cualidades a través de los años por estar viciados por el entorno. Los niños/as en cambio tienen sus sentidos a flor de piel, perciben todo claramente y por esto mismo serán mejores guías que los adultos mismos. Creamos en nuestros niños y niñas, creamos en sus sensaciones, en sus capacidades de percibir cosas que los adultos no podemos ver; a partir de esta confianza se fortalecerá la relación y el vínculo sin marcha atrás, y así mismo tendremos a futuros hijos/as fuertes y sanos mentalmente que creen en ellos mismos, en sus capacidades y en que pueden lograr lo que se proponen.
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