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¿Qué pasaría si tengo una relación pacífica y amigable con la comida y con mi cuerpo?

Hoy te quiero invitar a analizar ésta pregunta. ¿Qué pasaría si tengo una relación pacífica y amigable con la comida y con mi cuerpo? ¿Qué ganaría? El tener una relación amigable con la comida no se trata sólo de comer lo que realmente quieres (aunque sí es una parte importante), va más allá de eso. Te permite reconciliarte con otros aspectos de tu vida. Por ejemplo: el poder socializar alrededor de la comida, sin sentir culpa, sintiéndote capaz de poder estar presente en la conversación sin estar haciendo un cálculo mental de las calorías, gramos, porciones, etc. de la comida que tienes enfrente. Te permite poder alimentarte sin enfocarte únicamente en el aspecto nutricional de la comida, te permite ver la comida como un alimento emocional, social y cultural.

El tener una relación amigable con la comida te regresa esos momentos que te has perdido porque "tú no puedes porque estás a dieta". Y ahora, imagina. ¿Qué podrías ganar si además dejas de pelear con tu cuerpo y te conviertes en su amig@? Tal vez podrías ponerte esa prenda de ropa que tanto te gusta, podrías viajar sin estar pensando en que "lo mereces" hasta que te veas de cierta manera. Tal vez podrías disfrutar de la intimidad con tu pareja, tal vez podrías enfocar tu energía y pensamientos en algo más que los "defectos" que te ves constantemente, tal vez podrías animarte a subir montañas, recorrer senderos, bailar y reír con ganas sin pensar en que lo harás cuando llegues a "x" cantidad de libras.

Cuéntame, ¿que ganarían? o cuéntame, ¿qué has ganado al trabajar este proceso? . Feliz domingo



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