Las directrices para comer son como las muñecas rusas, justamente lo que parecen ser, a la vez que se abren incesantemente hacia otros mundos. Por ejemplo, puedes interpretar la directriz de “Come lo que te pide el cuerpo”solo en relación a la comida. Se va a producir una notable progresión: puede que empieces arremetiendo con todo lo que veas y que luego te des cuenta de que todo lo que está al alcance de tu vista es una reacción, una rebelión contra la norma implícita de que no puedas comer todo lo que deseas. Pero cuando te dices que puedes comer lo que quieras, la norma se viene abajo, y con ello cualquier reacción asociada a la misma. Descubrirás que paulatinamente vas buscando los alimentos que tu cuerpo y tu deseas. Los alimentos que dan energía, que te despiertan y nutren. Cuando te das cuenta de que puedes sentirte bien sin comer ciertas cosas e incluyendo otras, la compulsión empieza a desaparecer, porque has encontrado algo mejor: RECUPERAR TU VIDA. .
❣️La progresión de comer desenfrenadamente a comer para nutrir tu fuerza vital varía en cada persona, pero si te das cuenta de que durante unas semanas te estás comiendo todo lo que no te come a ti primero, es que estás usando esta directriz para hincharte a comer.
Comer lo que te pide tu cuerpo también incluye desear, es decir anhelar —una expresión del deseo del corazón —, lo que incluye anhelar la belleza y el querer saber qué hay más allá de las apariencias. “Todo deseo (de amor, de que vean cómo realmente eres, de tener un coche rojo nuevo, de vestir la mejor ropa, tener el mejor trabajo, el cuerpo perfecto, etc. ) — escribe John Tarrant — es querer encontrar la misteriosa profundidad de las cosas y ser transportado hasta ellas”. Una vez, un niño le escribió una carta a Albert Einstein: “quiero saber qué hay más allá del cielo. Mi madre me ha dicho que tú podrías decírmelo”. Al resumir toda nuestra búsqueda en algo tan tangible cómo la copa de queso, mora y arequipe, acallamos el anhelo de la poesía y de lo sagrado en nuestras vidas y nos resignamos a vivir con el corazón sellado: la sencilla directriz de “ come lo que te pida el cuerpo” empieza por sacar a la luz lo que has ocultado toda tu vida. .
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